La historia detrás de cada dulce
Desde pequeño, tuve una conexión especial con la comida.
Mi madre, sin saberlo, encendió la mecha de mi amor por la cocina.
Mi madre y un amigo suyo abrieron una pastelería en Barcelona, y para mí fue como un segundo hogar. Pasaba muchas tardes en la cocina, ayudando en lo que podía y disfrutando cada momento. Tengo recuerdos muy especiales de esa época.
Lucy llegó a mi vida en 2014 y, desde el primer momento, se convirtió en mi mejor amiga. En los buenos momentos, y aún más en los difíciles, siempre estuvo a mi lado, regalando amor y alegría.
Su carácter dulce y su energía eran inigualables.
A día de hoy, este dulce proyecto es mi manera de rendirle homenaje a Lucy y a todo lo que significo para mí.